6 de agosto de 2015

'Sólo Química' | Más que amor, química


 "Como todo el mundo sabe el amor no existe, es sólo un efecto químico que genera nuestro cerebro haciéndonos confundir la realidad. Es sólo química"

Miércoles. Día del Espectador. Y coincide con el cumpleaños de Alfonso Albacete. Director de cine que tiene en cartel Sólo Química (2014), el que es la primera película que dirige a solas. Con esta excusa nos fuimos al cine para disfrutar de esta comedia romántica veraniega.

Para llegar hasta ella tenemos que remontarnos a la trayectoria de Albacete encargado de dirigir y de co-escribir: el debut fue con Más que Amor, Frenesí (1996), que es uno de los clásicos españoles de los 90 dirigido a tres bandas Miguel Bardem, David Menkes y Alfonso Albacete, siguiendo por Atómica (1997) ya sólo Albacete & Menkes, el dúo de directores seguiría mutando de estilo en Sobreviviré (1999) y I love You, Baby (2001), Entre vivir y soñar (2004), hasta la última colaboración entre ambos, Mentiras y Gordas (2009), un intento de un Más que Amor Frenesí para nuevas generaciones.


Tras seis años desaparecido de la dirección, Sólo Química ofrece lo que promete: una comedia amable para todos los públicos sobre el funcionamiento del amor. ¿Podemos enamorarnos a simple vista? ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo ante esa persona que nos gusta? Así con el personaje de Oli [¿Soy el único que cuando escuchaba Oli pensaba en "Holiiii"?] interpretado por Ana Carlota Fernández, en su primer protagonista en cine, comprobaremos como uno puede llegar a enamorarse de la forma más casual posible. Le acompañan el argentino Rodrigo Guirao, el hombre del que se enamora, Alejo Sauras (Momento que aprovecho para reivindicar una película como Sexykiller donde aparece) como su compañero de piso psicólogo, acompañados de Natalia MolinaMiranda Makaroff, (blogger, dj y actriz a la que podéis ver protagonizando el clip de una de las canciones españolas más bonitas de los últimos años: Song for Elaine de Buffetlibre), que son dos pasteleras hipsters y Jaime Olías (Reivindico Promoción Fantasma), como el amigo gay estilista. Aquí ya observamos que aunque sea una comedia mainstream, que lo es y con todos los honores, hay muchos guiños al mundo más alternativo.

Uno de los grandes éxitos son las apariciones de secundarios que alegran la película: María Esteve y su peculiar sentido del humor como dependienta de tienda (Aún la recuerdo gritando en El Arte de Morir), Bibiana Fernández (¿Por qué no hace muchos más papeles en cine?), Silvia Marsó (como una jefa chunga), Carmen Conesa (¡Hacía tanto que no la veía!) y Rossy de Palma (Sigo reivindicando desde aquí Miss Tacuarembó donde ella aparece y la serie Anclados) que con un par de escenas conquista a la audiencia; Neus Asensi (Da igual lo que haga, siempre lo hace bien) José Coronado, como el padre de Oli y múltiples cameos como el de Mónica Aragón (Adoro a esta mujer) o Giuseppe Di Bella (Qué guapo que eres, chiquillo) que además es ayudante de las coreografías de la película... Sí, que tiene dos números musicales y eso le da puntos extras.

La película habla del amor, de la ayuda de las personas (casi un poco en plan karma) y de la falsedad que existe en el mundo del cine y de la televisión, del cual por lo que he vivido doy bastante fe de ello: Si estás arriba del éxito, si estás abajo no vales nada y necesitas relanzarte de las formas más bizarras.

Algo que destaca mucho es la buena selección de la banda sonora, bastante alternativa, con grupos como Second que ponen dos temas Nueva Sensación -canto optimista donde los haya y apareciendo en varios momentos de la película- y Horizontes en Naranja; Helena Miquel (élena, Delafé y las Flores Azules) con Sueño Amargo; El Viento y el León interpretado por Zahara; Átomos Dispersos de Miss Caffeina, y, por supuesto, Fangoria (que ya puso tema en Mentiras y Gordas, La Verdad) con Sólo Química entre otros tantos grupos del panorama de la música española.

Sólo Química me recuerda a aquella ola de películas de comienzos de los 2000 tanto españolas como americanas, protagonizadas por jóvenes, con buenas bandas sonoras y que cumplen perfectamente su misión: Entretenernos durante todo su metraje y salir en plan "Ay ay ay... si no fuera por estos ratillos" que decía Yolanda Ramos en la película Ahora o Nunca. Una historia con un final previsible y deseable ¿Qué hay de malo en eso?

Al final es como dice en determinado momento el personaje de María Esteve:
"Hay que mirar la vida siempre con una sonrisa, por eso me gustan la comedias románticas".

Pues eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario