4 de mayo de 2019

[ La presentación (real) de La Gran Esfera ] La Casa Azul en estado puro


Felices 45 años, Guille Milkyway, aunque ya hayan pasado unos días. Creo que en estos días de celebraciones es bueno para hablar sobre los últimos conciertos que distes hace casi un mes por la capital. Han pasado 20 años desde que La Casa Azul se subiera por primera vez a un escenario. Ya se habían escuchado algunas de sus maquetas entre las que estaban Cerca de Shibuya. De 1999 hemos pasado a 2019 y ahí sigue, imbatible y lleno de vida musical. Seguramente si se lo dijeran en aquella época él tampoco se creería que iba a llegar a este momento. Dos días del Ochoymedio Club, dos días completos, sin una entrada libre... si se hubiera hecho en La Riviera, como se planteó en un comienzo, seguramente que también lo hubiera llenado del todo. Así llegaba La Gran Esfera (pero ahora de verdad, de verdad)


Los conciertos de La Casa Azul son cuales reuniones de secta, una secta de larga duración. Una secta en la que cada vez más se ven a padres con sus hijos (que son veinte años los que han pasado, la gente ha tenido hijos, familia, se ha separado, divorciado), jóvenes, no tan jóvenes y los que hemos crecido con su música como banda sonora de la vida. Pero todo el mundo acaba cantando sus canciones desde las más clásicas hasta las más modernas. La excusa: El lanzamiento de La Gran Esfera.

Por eso sus conciertos son una mezcla de adolescencia inocente, felicidad amorosa, crisis, ansiedad, problemas, superación y dudas. La vida, ni más ni menos, a los ritmos bailables del proyecto musical de Guille que se ha convertido en uno de los más grandes del pop nacional... y más allá.


En estos nuevos conciertos de presentación, recordemos que ya hubo una primera tanda hace año y medio, han cambiado proyecciones, canciones y hasta las pantallas. Ahora todo es un poco más Pet Shop Boys con unos momentos intimistas muy Kylie Minogue (Casi momento Over The Rainbow pero sin elevarse por los aires). Dos horas y cuarto llenos de hits que a algunos se nos empieza a hacer largo. Será la edad o la vida pero no por falta de ganas de escucharle.

De El Momento -como carta de apertura- a Como un fan -la de despedida-, con gente coreando canciones como si fueran suyas. Una de las que más me toca la patata es la de El Final del Amor Eterno que tiene la misma potencia en directo y saca la lagrimita sin querer. Guille está más feliz en el escenario desde que tiene esta formación de directo con batería, guitarra, teclados, sintes y vientos. No parece el mismo que se ocultaba bajo gorros. Ahora es un frontman en toda regla donde habla poco, canta mucho y crea esa sensación de karaoke colectivo con ganas de catarsis especialmente con las 10 canciones de La Gran Esfera que sonaron enteritas.


Entre las sorpresas está el regreso de Todas tus amigas que comienza en versión piano y después ya lo lanza a la pista de baile. Como suele ser habitual sus canciones clásicas son modificadas y actualizadas para los directos para que así todo suene mucho mas potente. Hay otros clásicos escondidos como Siempre brilla el sol, Galletas, El momento más feliz, o Me gustas que se entremezclan con otros hits aunque ¿Acaso ya todas las canciones han alcanzado el mismo estatus de importante en nuestros corazones?

Dos horas y cuarto que, a un servidor, se le hicieron hasta un poco largas pero porque ya he llegado a esa edad que cosas que duran más de hora y media me acaban despistando. Eso no quita que fuera un hit tras hit de todos los tiempos, La Polinesia Meridional tuvo cuatro canciones en el repertorio final, pero claro, tenemos clásicos, tenemos canciones de bandas sonoras (Yo también al piano es ya un gran clásico)... y porque no le dio tiempo que podría haber metido hasta las del Nesquik, algunas de Jelly Jamm o hasta las de la maltrecha serie de Gominolas.


Todo termina al ritmo de tres ases en la manga La Revolución Sexual, Nunca Nadie Pudo Volar y al piano Como un Fan. C'est fini, que no la toca, pero así se termina el concierto mientras suena una remezcla de Podría ser peor que hasta era inédita y que había sonado al finalizar este y otros conciertos... pero que se acaba de editar en formato digital y en dos versiones.

Toca irnos a casa con nuestras taras, nuestras filias, nuestras alegrías y penas. Con todo lo que lleva La Casa Azul en sus canciones y melodías, alegres, pero con unas letras que bien nos pueden tener atentos porque son el reflejo de una sociedad en la que vivimos.


1. El momento
2. El final del amor eterno
3. No más Myolastan
4. Chicos malos
5. Hasta perder el control
6. A T A R A X I A
7. Siempre brilla el sol
8. Una cosa o dos (piano)
9. El momento más feliz
10. Galletas
11. La fiesta universal
12. Esta noche sólo cantan para mí
13. Ivy Mike
14. El colapso gravitacional
15. Sucumbir
16. Saturno (todo vuela)
17. Hoy me has dicho hola por primera vez
18. Me gustas
19. Yo también (piano)
20. Todas tus amigas
21. Podría ser peor
22. Los chicos hoy saltarán a la pista
23. Superguay
24. Cerca de Shibuya
25. Gran esfera
26. Chicle cosmos
27. La revolución sexual
28. Nunca nadie pudo volar
29. Como un fan (piano)


Setlist extraído de Setlist.FM
Fotografías de estudio Lluís Domingo

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