25 de noviembre de 2012

Amor de Tokyo | Escorpiones [letras que pinchan en el corazón]

Esta semana se ha estrenado el disco debut de Amor de Tokyo, nombre bajo el que se esconde Roberto Urzaiz, el cual ha estado en grupos como Dikers o El Columpio Asesino, lo cual ya dice eso de "en la variedad está el gusto". Escorpiones (2012) es el nombre del disco.

Mezcla a Dorian con Niños Mutantes en una fusión de buen pop que ya queda claro en Vendrá tu boca, el tema que abre el disco, aunque el disco no se mueve en un estilo de "tenemos doce canciones y hemos hecho una con doce segmentos" como pasa con otros grupos. Cada uno de los temas tiene su estilo, Singular y Escorpiones bajan los ritmos de la batería para dar un ambiente bastante más intimista, dando paso a ambientes más oscuros que llegan con Irrompible. Volviendo a la pista de baile con Herida abierta, que es una de mis favoritas del disco.

"El hambre que he pasado, los muros que he trepado, 
mejoramos el presente con las cartas boca abajo,
muy bien pero eso herida sigue abierto y yo no voy a estar para ayudarte"

Protección, sigue con la intensidad que sobrevuela todo el disco, con más sonidos entremezclados, ruido sonoro que acaba formando una melodía, Entre los dedos la canción que va poco a poco in crescendo con un estilo de montaña rusa: subidas y bajadas. Mientras que Táctica y Estrategia, se vuelve más minimalista para dar un torrente de emociones en su letra

"Me necesitas como yo a ti, para que entre los dos no haya ningún temor, ni abismos que vencer, para que por fin me necesites como yo a ti, mi táctica es ser, quedarme en tu recuerdo, no sé como ni sé con qué pretexto, pero quedarme dentro de ti"

(Esto es un muero de amor en toda regla, como os lo digo)


Incendiar, sube el volumen y casi escuchamos gritar a Roberto "Y volvimos a incendiar nuestro hogar, sin darnos cuenta que dentro todavía guardábamos nuestros sueños sin usar" que dan ganas de gritarlo con lagrimas en los ojos. Sálvame, amenaza con ser un llena pistas dentro del estilo del disco, mientras que Volver, recupera un tono más pausado, o al menos eso parece, porque ese final con cuerdas acelerado a todo trapo no nos dice lo mismo.

El clásico de muchos discos es hacer el cierre con una balada, o pseudo balada, Parar y sentir, es el perfecto fin del camino para este disco, que si en las primeras escuchas ya interesa, no sé que pasará cuando lo meta en el móvil.

Como extra viene un remix de Irrompible (Boi Sangra Remix) que no aporta nada realmente al disco, aunque el final del mismo tiene su feeling.

Amor de Tokyo, suena a grupo que debería hacerse su sitio en el mundo musical donde cada canción es un pequeño mundo. Cruza la pasarela.

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