22 de noviembre de 2012

Holy Motors | En este teatro del dolor


Holy Motors (Leos Carax, 2012) es para algunos medios la película del año, para una parte de la comunidad modernuki también (Aunque yo para ese tipo de peli me quedaría con Moonrise Kingdom), pero para otra parte podría ser un "¿Hola? ¿Qué me estás tomando el pelo así por la cara?". Como precedentes al estreno comercial en España: una mezcla de abucheos con ovaciones en el Festival de Cannes, mientras que en el de Sitges ganó mejor director, mejor película y mejor película europea. Ahí es nada.

La acabo de ver y he de decir que ya iba con el chip de "Verás que gran tirada de moco va a venir por mucho que aparezca mi querida idolatrada admirada vente a casa a conocer a mis padres Kylie Minogue", pero no puedo decirlo en plan de que así lo es, porque creo que por un lado he conseguido entender o al menos interpretar la película de un modo que considero bastante razonable, pero que al final no sabes realmente como llegar a tomártelo.


ArgumentoDesde el amanecer hasta la noche, algunas horas en la existencia del Señor Oscar, una persona que viaja de vida en vida. Pasa de ser un gran ejecutivo a un asesino, después un mendigo, una criatura monstruosa, un padre de familia... El Señor Oscar parece interpretar varios papeles, sumergiéndose completamente en cada uno de ellos, pero, ¿dónde están las cámaras? Está solo, únicamente acompañado por Céline, una señora grande y rubia que maneja la inmensa máquina que le lleva a París y sus alrededores. Como un asesino concienzudo que va de sueldo en sueldo. En búsqueda de la belleza de un gesto. Del motor de la acción. Mujeres y fantasmas de su vida. Pero, ¿dónde está su casa, su familia, su paz? 




Crítica "a my way": Holy Motors es de esas películas que las coges con el miedo de no saber que te va a esperar. Comienza con una escena que bien podría ser sacado de una película de David Lynch, es más, casi podría ser de la conocida Mulholland Drive (David Lynch, 2001) un cine, un público y un curioso personaje, interpretado por el propio director, que conoceremos en esta introducción.

Enseguida llega un corte para realmente comenzar la película: Oscar, interpretado por un gran Denis Lavant (actor fetiche del director, apareciendo en sus anteriores películas, también visto en Largo Domingo de Noviazgo) es aparentemente un padre de familia bastante feliz, sale de casa, se sube a un coche, pero entonces llega a una limousine que casi se puede decir que es un camerino andante. Le acompaña una mujer, Céline (Edith Scob), que parece cómplice de todo lo que va a suceder: una persona, mil personajes que irán apareciendo por la ciudad de París... uno piensa que quizás sea un hombre rico que se aburre y está buscando nuevas emociones por medio de personajes, pero no, parece que no, quizás ese hombre de familia no lo es, y es un papel más.




Las interacciones de Oscar,  van con actrices como Eva Mendes, que quizás le toca el papel más complejo y/o surrealista, o Kylie Minogue (a la que le dan dos guiños en la peli) que está estupenda casi pidiendo a gritos "¡Quiero protagonizar un musical!" poniéndose en situaciones complicadas, entre lo salvaje, por un lado, mientras que por otro el recuerdo de algo del pasado y de sentirse identificado con situaciones.

Una película que parece que está conformado de más películas, mini cortometrajes que están unidos por un único personaje, el de Óscar, enlazando diversas formas de vidas, críticas en cada una de las mismas y un poco de locura que se rezuma durante todo el metraje.

La película tiene un inicio, toda la historia como tal, un entreacto, y un final bastante surrealista que puede dejar un extraño sabor si buscamos un final tradicional, aunque ¿Viendo el resto de la peli estamos esperando un final de esos? Una vez termina la película uno piensa a la vez en tantas cosas y a la vez en ninguna: la complejidad de ser siempre un mentiroso en una sociedad moderna, el actor que no sabe cuando dejar su papel y, quizás, el no encontrar exactamente cual es nuestro sitio por lo que es mejor ir rebotando entre diferentes personas/personajes/estereotipos.



Holy Motors, será de esas películas como con Mulholland Drive, aquí va una de las hipótesis y aquí otra de la peli del 2001, cada uno podrá sacar sus conclusiones y gustará u odiará, pero no dejará indiferente a nadie.

Y como es una película para tener múltiples opiniones, dando una vuelta por la red, os dejo todas estas: Big Kahuna, Calle 20, ABCGuionistas, Azulinarum y Sueetsand.

Película para ver y que cada uno saque sus propias conclusiones.

1 comentario:

  1. Si Carax a veces ha acertado o se ha acercado al blanco, no es desde luego con 'Holy Motors'. ¡¡¡Vaya pedazo de caca pretenciosa!!! Un saludo

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