"Pues hay un grupo que he descubierto que me ha gustado mucho, puede que a ti también lo haga". Así de esa manera llego a uno de esos grupos que con una sola escucha de diez segundos, y ya sabes que te van a decir mucho. Ellos son los franceses Saint Michel, grupo formado por Philippe Thuillier y Emile Larroche
Desde el primer segundo, o diez segundos, ya sabía que sería un grupo de esos que tienen "un algo" que te atrapa. Es curioso pero ya con esa canción lo sabía. Después de escuchar más temas me reafirmé en mi primer sentimiento. Aún más curioso es el ambiente en el que uno descubre el disco, como habla con él con otras personas, la interacción mientras cae la tarde en la ciudad bajo unas cervezas en una pequeña habitación.
Making Love & Climbing (Diese Productions, 2013), es el primer disco de este grupo en el que dicen que todo los separa entre los dos, excepto la música por la que sienten un gran amor. Una preciosidad como Bob es una perfecta carta de presentación, entre la tristeza y la nostalgia que transmite. Pero no sólo de Bob está hecho el disco, veremos que existe una diversidad de sonidos. Más alegría transmite Friends, curiosamente Bob abre el disco y ésta lo cierra. Quizás es una forma lógica, de la tristeza a la alegría. Un bonito final que deja un optimismo con media sonrisa en la cara.
Los temas van desde ritmos más optimistas, a los nostálgicos, tristes, pero todos con una melodía que se encarga de guiarnos por sus letras. No sabría con cual quedarme, 77 me lleva a un pasado musical, Katherine te revoluciona un poco más, o la ambientación de Tokyo (2074) que te lleva de una forma perfecta a lo que podría ser una noche en la ciudad japonesa.
La palmera de la portada me parece un gran simbolismo sobre lo que hay en su interior, como lo que esconde la propia palmera. Dos personas miran, curiosas, pero sin querer salir lo que hay fuera. Bien podrían hacer lo mismo las canciones de Saint Michel, una mirada curiosa desde una playa de cualquier ciudad al mundo. Observar sabiéndose ser observador.
Saint Michel, de esos grupos para escuchar y dejarse llevar.
Los temas van desde ritmos más optimistas, a los nostálgicos, tristes, pero todos con una melodía que se encarga de guiarnos por sus letras. No sabría con cual quedarme, 77 me lleva a un pasado musical, Katherine te revoluciona un poco más, o la ambientación de Tokyo (2074) que te lleva de una forma perfecta a lo que podría ser una noche en la ciudad japonesa.
La palmera de la portada me parece un gran simbolismo sobre lo que hay en su interior, como lo que esconde la propia palmera. Dos personas miran, curiosas, pero sin querer salir lo que hay fuera. Bien podrían hacer lo mismo las canciones de Saint Michel, una mirada curiosa desde una playa de cualquier ciudad al mundo. Observar sabiéndose ser observador.
Saint Michel, de esos grupos para escuchar y dejarse llevar.
Gracias a Javier Castellanos por el descubrimiento.
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