29 de diciembre de 2015

'Poesía eres tú, Robocop' - Que bailen los demás #ReinventandolasConfesiones


Que bailen los demás es el primer grupo retado invitado a realizar una canción inspirándose en el nombre de Confesiones tirado en la pista de baile. Así como suena. Ellos abren la lista de diversos grupos y artistas, nacionales e internacionales que se van a encargar de hacer cada uno su propia interpretación del nombre de este blog, un homenaje voluntario al disco de Madonna e involuntario a uno de La Terremoto de Alcorcón.

Poesía eres tú, Robocop es el nombre de la canción, que juega con los ritmos habituales del grupo y confiesa algo sorprendente, como si fuera una versión patria del I don't feel like dancin' de Scissor Sisters pero sonando unas castañuelas en modo Bandido de Azúcar Moreno.




Johnnie Melapio, miembro del grupo, os deja una nota en la que cuenta como ha sido el proceso de creación de Poesía eres tú, Robocop

Hay músicos que leen una novela y ello les inspira para su creación. Otros que hacen lo mismo al ver una película, u oír a otros músicos. Incluso están los que se han inspirado leyendo las noticias del diario, comiendo en un restaurante de autor o en el cuarto de baño de un museo de arte abstracto. Nosotros, como somos personas que viven aferradas al siglo XXI, pero con mentalidad prehistórica, nos inspiramos en un blog de esos del internet. Aunque realmente esta inspiración tuvo que llegar de manera casi obligatoria por medio de una oferta que no podíamos rechazar.

Cuando Fernando nos pidió un tema que ilustrara su blog, lo primero que hicimos fue volver a echarle un vistazo somero. Entre críticas de discos y películas, reseñas de conciertos, fotos de chicos en cueros y de los Detergente Líquido vestidos, la cultura pop vertebra transversalmente toda la publicación. Y como expresión máxima de esa forma de vivir está el baile ritual en comunidad, según se deduce de los más avanzados estudios etnológicos realizados por los sociólogos, astrólogos y paleontólogos más acreditados en la materia.

Así que con toda esta información en la cabeza, nos tomamos un cola cao con pistachos, cogimos la guitarra y rasgueamos unos acordes. Como estaba desafinada, decidimos acudir al piano. Con nuestro particular estilo de emplear el dedo índice de la mano izquierda para tocar una nota baja (solamente una por compás) y el dedo índice de la mano derecha para hacer una melodía, siempre y obligatoriamente en tono mayor para no tener que tocar las teclas negras, surgió la magia. Nos poseyó el espíritu de Tony Ronald y salió una ristra de acordes tales como C F Dm G. Lo que los jazzeros llaman progresión I-IV-II-V en Cmaj7, y que nosotros llamamos los mismos acordes de siempre. Sin séptima, por supuesto. Y a la vez, prodigiosamente, nos vino a la mente el leit-motiv del tema. Nos gusta el pop, nos gusta que la gente baile, pero a nosotros no nos gusta hacerlo en público. Y la frase "No me gusta bailar" entraba perfectamente en la canción. Fácil de pronunciar, fácil de rimar y fácil de adaptar como grito futbolero de cualquier fondo sur. El estribillo perfecto. Nos besamos mutuamente de manera casta y nos quitamos durante unos minutos las pelotillas del ombligo.

Todo encajaba en ese momento. Cogimos la batería y añadimos al tema el imprescindible bombo a negras, subimos un tono la canción para cantarla más a gusto sin tener que poner voz de ultratumba y empezamos a hacer unas estrofas y un puente donde contamos los motivos reales, sinceros, figurados y honestos por los cuáles nunca nos veréis bailando sobre una pista. Posiblemente nos encontréis antes tirados en ella, pero durmiendo. O porque definitivamente alguien se ha atrevido a pegarnos un tiro de una vez. 

Sólo quedaba un pequeño detalle por determinar. Titular a la canción "No me gusta bailar" era muy evidente. Preferimos siempre dejar a los oyentes preguntándose el por qué de las cosas que hacemos. Así que empezamos a llevar a cabo una tormenta de malas ideas, con la conclusión de que sólo hay dos entes en el mundo que puedan bailar menos que nosotros: Rajoy y un frigorífico Corberó. Y como Rajoy no se merece una canción tan bonita, y frigorífico Corberó te deja muy frío, mediante una asociación básica de conceptos llegamos a la conclusión de que había que mezclar la poesía romántica del siglo XIX con el cine de palomitas. La evidencia salta a la vista.

Así que esperamos que les guste la cancioncita. Por cierto, vendemos un teclado Yamaha con las teclas negras a estrenar.

Que bailen los demás publicaron este año El disco de Que bailen los demás (Discos del Rollo, 2015), considerado por servidor como el mejor de 2015 que, además, ahora os podéis bajar, si es que no lo tenéis aún, con Poesía eres tú, Robocop, como pista adicional. Una buena inversión que podéis conseguir gratis o dejando los € que consideréis.




Portada Poesía eres tú, Robocop: Félix "Del Rollo" García
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#01 Poesía eres tú, Robocop - Que bailen los demás

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