Mes de marzo: Salen las entradas a la venta para ver a los Pet Shop Boys para el 10 de julio en el Teatro Real. Y de repente estamos en el 10 de julio, parece que ha vuelto el calor y este lugar tan emblemático situado en pleno centro de Madrid recibe, quizás, al grupo más cañero que ha tocado en su escenario dentro de un festival que monta una discográfica con un montón de grupos, de todo tipo, y los mete a tocar aquí.
La sensación de estar en la última fila -literalmente- Teatro Real era como si el grupo de Neil Tennant, que cumplía ese día años, y Chris Lowe, hubiera tomado este lugar en algún punto de una dimensión alternativa donde la música pop hubiera sido prohibida y decidieran montar su propia rave clandestina. Desde las alturas del Teatro era emocionante ver a la gente como se ponía de pie en unos lugares minúsculos, ya que no está hecho el lugar para acoger un concierto bakala como fue éste. Así la gente saltaba (dentro de sus límites) y bailaba entre los asientos en plena oscuridad que sólo era interrumpida por el espectáculo de luces y de lásers que fue poco a poco in crescendo hasta llegar aquello al nivel de un festival techno. Muy de pan, circo y boogie movie que cantaba McNamara en uno de sus grandes éxitos.
Pet Shop Boys son ingleses y ellos son puntales, escasos dos minutos después de la hora anunciada del comienzo comenzaba este concierto que siguió los pasos exactos de todos los que están haciendo en esta gira. Se encuentra dentro del Super Tour y a su paso por Madrid, tras actuar en el Cruilla de Barcelona, dentro del ciclo Universal Music Fest. Era la primera vez en ocho años que el grupo pasaba por Madrid desde el Pandemonium Tour del Palacio de Vistalegre lo que denotaba las ganas de los seguidores, fans, acérrimos y gente de todas las edades y generaciones, muchos de ellos eran padres con sus hijos que quizás era la primera vez que veían al grupo en directo.
¿Cómo se mete uno al público en el bolsillo? Llevando el concierto de menos a más, eligiendo 22 canciones (más un reprise de una de ellas) en el que se repasan todas las épocas del grupo pero donde se hacen rescate de algunas canciones como las míticas New York City Boy -de aquel mal entendido Nigh Life- o The Sodom and Gomorrah Show -extraído de Fundamental-. No llegó a haber ningún momento de bajona y mantuvieron el nivel casi todo el concierto porque es complicado contentar a todos y eso que el concierto duró casi dos horas. Es algo muy del grupo, al que vi por primera vez hace diez años en un concierto en el Palacio de los Deportes junto a Pastora, Nancys Rubias y Fangoria, eso si lo que tampoco ha cambiado ha sido como Neil da los mismos pasos: un lado del escenario, al otro, pide palmas, da las gracias en español, y toca cuatro teclas de un teclado.
¿Cómo se mete uno al público en el bolsillo? Llevando el concierto de menos a más, eligiendo 22 canciones (más un reprise de una de ellas) en el que se repasan todas las épocas del grupo pero donde se hacen rescate de algunas canciones como las míticas New York City Boy -de aquel mal entendido Nigh Life- o The Sodom and Gomorrah Show -extraído de Fundamental-. No llegó a haber ningún momento de bajona y mantuvieron el nivel casi todo el concierto porque es complicado contentar a todos y eso que el concierto duró casi dos horas. Es algo muy del grupo, al que vi por primera vez hace diez años en un concierto en el Palacio de los Deportes junto a Pastora, Nancys Rubias y Fangoria, eso si lo que tampoco ha cambiado ha sido como Neil da los mismos pasos: un lado del escenario, al otro, pide palmas, da las gracias en español, y toca cuatro teclas de un teclado.
Comenzaron con Inner Sactum del último disco, Super, para comenzar a dar cuota que es la gira de su último disco aunque, no vamos a engañarnos, aquello fue un grandes éxitos algo que hacen habitualmente y que siempre es de agradecer en grupos con largas trayectorias. La puesta en escena comienza muy minimalista con pocos elementos hasta que ¡Oh sorpresa! cae una tela que oculta que hay tres miembros más que llevan en esta gira en directo: Afrika Green, Christina Hizon y Simon Tellier. Pero de repente aquello se vuelve un festival de luces que ni el desfile nocturno de Disneyland. Algunas de las proyecciones parecían sacadas de alguna gira de Kylie Minogue con hombres semidesnudos y aquello se había convertido en un fiestón sin darnos cuenta donde, como viene siendo habitual, el aire acondicionado brillaba por su ausencia o, por lo menos, hasta nuestras gradas no llegaba.
Y de repente te ves que el concierto va yendo a toda velocidad, que estás saltando como loco cuando suena Love Is a Bourgeois Construct [Canción homenajeada por Fangoria en Fiesta en el Infierno] y quiere hacerte espacio en tu hueco de la butaca para moverte y darlo todo. Entonces llega New York City Boy, pero después Se A Vida É... y esto no para. Hay algún momento de relax en una preciosa versión de Winner de ese disco relajadito que fue Elysium que suena mucho más intenso en directo "You're a winner, I'm a winner" y me vuelve a venir a la mente esa sensación de rave escondida donde aún queda gente con criterio de una sociedad que ha sido absorbida por el trap o el reghetton. De uno de mis favoritos de los últimos años, Yes, rescatan Love etc. En Home and Dry nos vuelven a dar un relax pero sería el último de la noche.
Vocal, de Electric, es un subidón en directo comparado, seguramente, con alguna droga de diseño y esto ya se volvía una locura absoluta. Los pies no podían dejar de moverse y el cuerpo buscaba el espacio necesario para poder elevar las manos, mover la cadera, los hombros y entregarse completamente a la causa que es un concierto de los Pet Shop Boys: una fiesta para todos los públicos. It's a Sin ha sido reversionada para este fiestón llevándola a un límite en el cual junto con los láser que habían empezado un par de canciones antes a ser multitudionarios nos metieron en una especie de ensoñación absoluta. En Go West todos sacamos al cantante que llevamos dentro para gritar a los cuatro vientos el estribillo. Este fue el "final" del concierto "Me voy pero no os vayáis que ya mismo vuelvo" y así lo hicieron para rematar con Domino Dancing -que la hubiera cambiado por alguna otra canción para esta gira como Yesterday when I was mad o I wouldn't do normally this kind of thing- y como remate su Always on my mind que aunque no fuera suyo ya es como parte de su propia entidad y que todos bailamos sabiendo que se acercaba el final que realmente fue con un pequeño reprise de The Pop Kids. Luces y todos para la calle. No se ha acabado el mundo pero si en las afueras la gente escucha reghetton y entonces piensas que a lo mejor estás llegando a ese momento que no entiendes a (algunas) generaciones posteriores.
¿Ya han pasado dos horas? ¿Ha terminado ya? ¿No podemos volver y empezar de nuevo? Los Pet Shop Boys son como Kylie Minogue. Da igual cual sea su último disco (bueno o malo) si vienen a España hay que ir a verles, nunca fallan y saben perfectamente como hacer una comunión exacta con el público. Todo muy Super. Qué vuelvan y no tarden ocho años, por favor.
1. Inner Sanctum
2. Opportunities (Let's Make Lots of Money)
3. The Pop Kids
4. In the Night
5. Burn
6. Love Is a Bourgeois Construct
7. New York City Boy
8. Se A Vida É (That's The Way Life Is)
9. Love Comes Quickly
10. Love Etc.
11. The Dictator Decides
12. Inside a Dream
13. West End Girls
14 Winner
15. Home and Dry
16. Vocal
17. The Sodom and Gomorrah Show
18. It's a Sin
19. Left to My Own Devices
20. Heartbeat / Go West
Bises:
21. Domino Dancing
22. Always on My Mind
23. The Pop Kids (Reprise)
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