En el pasado festival de Sitges disfruté como un niño pequeño cuando le llevan por primera vez a Disneyland. Así fue el pase que vi de Assassination Nation (Sam Levinson, 2018): Un grupo de amigas se reúnen, hacen su vida y cada una de ellas tiene su propia personalidad, secretos, como cualquier hijo de vecino. Todo se trunca cuando un hacker roba la información de todos los móviles del pueblo de Salem. Algo que provocará algo más que la indignación.
Assassination Nation, que en español se llamará Nación Salvaje, entremezcla el thriller, el terror y una película alternativa con mensaje que demuestra de una forma muy salvaje la doble moral... que en este caso es americana pero puede ser trasladada a cualquier lugar del mundo.
Para del éxito de esta película está en el casting. El grupo de chicas protagonistas Olson (Odessa Young), Bex (Hari Nef), Em (Abra) y Sarah (Suki Waterhouse) nos dan diferentes perspectivas de la vida en una misma época de la vida. Ellas juegan, disfrutan, tienen citas y tienen problemas... Sus móviles esconden secretos que ni siquiera saben entre ellas. Hasta que un hacker empieza a sacar los "secretos" de los habitantes de Salem. Ese momento supone un punto de inflexión absoluto que puede tener consecuencias que nadie se hubiera esperado.
Entremezclando La Purga con Spring Break, Assassination Nation nos lleva a lo que podría ser un capítulo de Black Mirror. Una sociedad que podría ser la nuestra, revolucionada y con un grupo de chicas puestas en el punto de mira. La historia de las Brujas de Salem llevadas a nuestro tiempo. La película tiene una potente puesta en escena, incluyendo un plano secuencia grandioso, con una banda sonora que tiene su final en los créditos, también lleno de ironía por el tema seleccionado.
No sé cuando se estrena en España pero es de esas películas que deberían ser de obligado visionado. Sobre la doble moral, la falsedad, las conclusiones precipitadas, el buscar culpables, quitarse responsabilidades y algunos querer convertirse en víctimas cuando son los verdaderos verdugos de todo lo que está sucediendo.
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