9 de julio de 2017

[Búnker] La iniciación en las Escape Rooms con Fox in a Box


En la sección de Confesiones tirado en la pista de baile dedicada a las Escape Rooms ya he pasado por todo tipo de los que hay en Madrid, pero ahora me he ido a uno de los grandes clásicos. Fox in a Box es uno de los pocos que proviene del extranjero y que abrió en Madrid una sus filiales. El primer local lo hizo en el barrio de Chueca, en un sótano de 150 años de antigüedad en el que se encuentra: el Búnker, que tuvimos la suerte de probar hace unos días.

Os recomiendo que para jugar a el Búnker, el juego que nos ocupa hoy, sea uno de los primeros que hagáis porque su nivel de dificultad no es excesivamente alto y puede que los jugadores más expertos o experimentados se les vaya a hacer algo corto en comparación con otros de los más de 40 que hay por Madrid, más de 350 por España (concentrados la mayoría en Barcelona)… y esto sigue todavía creciendo porque muchas de las salas ya se encuentran abriendo sus segundas habitaciones e, incluso, segundas sedes. Si lo que queréis es seguir jugando y ocupar vuestro tiempo de ocio en este divertimento este es un buen comienzo.



Esta de Chueca es la primera de las sedes situadas en Madrid, la segunda que abrió este año lo hizo en la Cuesta de Santo Domingo, nos propone dos aventuras en las que podemos resumir que “Somos los putos amos que vamos a salvar el mundo”. Pero, ¿De qué vamos a salvar el mundo? ¿Salvaremos la cultura para que la gente deje de leer a Paulo Coelho y se pase a hacerlo a Raúl Portero? ¿Salvaremos el mundo del cambio climático buscando soluciones eficientes a este grave problema? ¿Salvaremos la televisión con un programa musical de calidad en TVE? ¡NO! Podemos salvar el mundo del apocalipsis zombie, buscando un brebaje para detenerlos, o, como fue nuestro caso hace unos días, salvar al mundo de una explosión nuclear que amenaza con destrozar el mundo.

Así nos convertimos en cuatro militares, con nuestras chaquetillas incluidas, que somos los mejores de nuestra promoción (“Como serán los demás”, dijo uno de nuestros miembros) y que nos encargan la misión de salvar al mundo (“Pues casi tal y como está, mejor que explote”, dije yo), y allí entramos… y arrasamos. Porque una de las cosas que uno hace al entrar es empezar a investigar más que un conjunto de perros en un parque.



Siempre que uno piensa en una Escape Room puede verse reflejado en aquellos juegos de finales de los 90 con el sistema SCUMM ("Script Creation Utility for Maniac Mansion" en el que nosotros manejábamos al personaje y teníamos que ir investigando por una casa-pueblo-ciudad-lugares extraño del modo de “Mira”, “Coge”, “Usa” e ir enlazando pistas unas tras otras. Creo que es la versión en vivo y en directo de aquellos juegos que tanta felicidad nos dieron cuando éramos niños o adolescentes.

Así en el Búnker tendremos que enfrentarnos a una serie de pruebas que van a hacer que nuestras neuronas trabajen a toda velocidad para conseguir salvar el mundo en menos de 60 minutos… Y vaya si lo hicimos, en poco más de 48 minutos habíamos conseguido salvar a la humanidad y hacer resonar el We are the champions que sólo nos faltó el que nos lanzaran confeti tras tal gran hazaña que habíamos logrado.

Como suele ser habitual, y si sois nuevos más atentos, fijaros en todos los detalles porque puede que os den pistas sobre que es lo que tienes que hacer y si suceden cosas sin sentido... quizás sean las que tengan más sentido y, recordad, algo os dice "Nunca me dejéis solo" ¡NUNCA LO DEJÉIS SOLO!


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