Arraaaancaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Africa Express

 

Pekin Express: Aventura en África arrancó ayer por la noche con Jesús Vázquez, el tercer presentador que tiene este formato en las cuatro temporadas de vida, así como con muchos animalitos, en plan El Rey León. Los concursantes eran 11 parejas -una de ellas formada por dos desconocidos-  sin saber que de todas ellas una se iba a ir danzando a su casa en pocas horas sin llegar a formar parte del concurso. Que digo yo, debe ser una gran ilusión: llegas a un concurso, sabes que te han elegido para concursar, pero enseguida te dicen "Una de las parejas se tiene que ir a casa en un rato... juguemos a El Rival más debil", perdón, que esto es de otro concurso, pero más o menos es lo mismo.

"Esto no va a comenzar bien..."

El primer contacto es de todos tan felices, sin problemas, "Nos vamos a llevar super bien", hasta que llega nuestro querido Jesús para decirles en la distancia -mediante un walkie y altavoz, seguramente que por el miedo del programa a que se lo comieran- que tienen que ir a buscar sus mochilas y a encontrarles a no se cuantos kilómetros. Pobrecillos viéndoles correr con la cara de pena, pánico y de "Ays que me piro hoy a mi casa".

En algo es diferente esta edición de Pekin Express, como suele pasar con los realitys cuando llevan X ediciones los concursantes ya no vienen "vírgenes" sino que ya se han visto y repasado todas las ediciones. Quizás esto sea un punto de inflexión en una pérdida del interés ante el concurso, cuando todos van juguetando a "Yo ya he visto las tres ediciones y sé como funciona". Se nota sobre todo en que ya desde el primer día se están peleando por los camiones como si les fuera la vida en ello, sin querer compartir, o haciendo estrategias de "Tú quedate subida, en cuanto reposte me subo yo, les despistamos y así huimos".

Lo mejor del concurso sin duda es esa relación que se forjan los concursantes con las familias donde se alojan, algo que ya se ha visto en este primer programa. Gente llorando por ver la felicidad de algunas personas en las situaciones que viven: un pais donde el sueldo es de 45€ mensuales y sus dirigentes políticos son ¡los mejor pagados del mundo! [Ese momento en el que desearías con todas tus fuerzas que el asesinato fuera legal...].

David y Cuqui, es un matrimonio andaluz bastante majete ha sido el primero en llegar al "salvamiento" [Ella cree feacientemente que Michael Jackson está vivo. Pues creo que tiene la misma posibilidad que yo tenga melena], el noviazgo maduro los últimos por lo que ni siquiera han formado parte de la carrera, así quedaban sólo las diez parejas que tenían que concursar. Lo mejor es que se quejaban, estaban desilusionados, cuando se habían rendido a la hora de empezar... ¡Con la de gente que se había presentado al concurso han quitado la oportunidad de otros menos quejicas!. En el momento que se dejó a esta pareja por el camino, tras dos horas de programa, fue cuando Jesús Vázquez lanzo el famoso grito de guerra: "¡Arranca Pekin Express!".

Igual que en las anteriores ediciones tenemos a los dos desconocidos: Jota, jovenzuelo pizzero. Iluso él quería una mujer como compañera de viaje a la que poder ligar. Claro al final se encontró con un tio llamado Freire -Atentos, porque tiene pinta de tener una mala leche maja, maja...-. Jota, iluso él, decía que quizás se podrian ligar a alguna chica los dos juntos... Esperad que aún me estoy riendo.

Esto parece los autos locos

El resto de los concursantes pues tenemos un poco de todo tipo de perfiles: Chinto y Pablo, son dos hermanos un tanto chuletas que practican surf, les gusta la competición, y tienen un poco el estilo de Fran y Merino de la segunda edición; Paula y Luisa, jugadora de poker y su madre. Un clásico un padre/hijo en una de sus variantes posibles; Santiago y Javi, Padre e hijo, otra vez, estos dos buscan recuperar el tiempo perdido. Él es mono, o tiene un algo; Mar y Vanesa, son las que ya nada más empezar dicen que es muy duro, pero hablaban de la ventaja que hacían deportes... pues si tras una hora caminando en África a pleno sol para buscar una mochila y ya les parece duro. ¿Deportistas de pega?, ¿Deportistas de La Moraleja, o sea?; Inés y Pedro, novíos amigos recién licenciados que llevan juntos desde los 16 años... Ella ya al poco rato se estaba quejando en plan, "no puedo con mi cuerpo"; Chimo y Vane, son cuñados, que parece que se llevan la mar de bien, son poco quejicas. Cosa que es de agradecer. Él está casado con la hermana de ella. No saben ni ellos mismos realmente porque se han apuntado juntos; Ezequiel y Mónica, pijos ejecutivos, matrimonio, dicen que son buenos para trabajar y para pasárselo bien. Se han recorrido el mundo entero lo que a priori podría ser algo positivo y una ventaja... pero dicen que ellos siempre han viajado con recursos, con lo que puede que sea un gran cambio, o más bien diferente perspectiva; Sara y María, son dos amigas y estudiantes murcianas que tienen bastante buena pinta de buena gente...

El resultado del primer programa es que los desconocidos se han alzado con la victoria [Algo que es la primera vez que pasa en la edición española del programa en una primera etapa]. Un doble mérito después de lo que han sufrido en el trayecto [incluyendo unos preciosos primeros planos de vómitos de Jota], así como el hecho en si que no se conocieran. Esta vez parece que se ha hecho justicia: los primeros expulsados han sido Paula y Luisa, que venían ya enseñando los dientes en plan caniches cabreados... para vuestra casa las dos, felizmente. Si ya estaban así en el primer programa ni me imagino cuando estuvieran muertas de hambre, cansadas y cabreadas. Next!

"Te valgo para un roto y un descosio"

Jesús, no confiaba en el cambio de presentador, pero hay que reconocerte que todo lo que haces lo haces bien, no se puede negar que eres un buen relevo para Raquel Sánchez Silva. Una pena que ahora Raquel sea una especie de secundaria de esos clones de Sálvame que son los realitys de Telecinco. Sniff.

Lo que no ha cambiado ha sido el equipo del programa, tanto por las carreras que se siguen dando para seguir a los concursantes, como por el montaje, que es una parte fundamental para que el programa sea vital, dinámico y no caiga en el aburrimiento o en lo previsible.

Ahora que hemos arrancado, sigamos la ruta por África.