Toro nos presenta a un Vicente Navarro que se encuentra en una especie de ¿conflicto interno? ¿enfrentamiento? ¿dualidad? ante su parte masculina y femenina. Quizás esté tratando de luchar contra el conflicto al tener un pensamiento instalado en nuestro cerebro desde que hemos nacido y que ha sido fomentado por la sociedad.
Guillermo Guerrero fotografiado en modo Vicente Navarro. Foto: La Benito Escribe |
Guillermo vuelve al blanco negro, con el que también comenzaba el Con las ganas (versión 2019), pero que le lleva casi más a un terreno similar al de Yoann Lemoine con Woodkid pero sin la parte más de ciencia ficción, en un modo más rural como el que hizo el realizador francés para The Golden Age.
Vicente Navarro perdido en medio de la nada |
Vicente Navarro comparte con artistas como Baiuca (Solpor) o Rodrigo Cuevas (que ha lanzado el disco Manual de Cortejo a finales, finales del año pasado) el mezclar estilos musicales más tradiciones con actuales. Permitiendo que a todo un sector del público actual abrirle unos caminos que, seguramente, no lo hubieran hecho sin escuchar su música.
La combinación de Vicente y Guillermo da lugar a una simbiosis bonita, gris donde no sé si llegaremos a alguna conclusión, si la convivencia de nuestras diferentes vertientes acaban conviviendo o simplemente va pasando por diversas fases hasta que nuestras conexiones neuronales acepten los nuevos tiempos.
Toro
Vicente Navarro
Con Esteban Garrido y Laura M. Fernández
Dirigido por Guillermo Guerrero
Una producción de La Costa y El Tragaluz
Producción: Jesús Choya Zatarín
Ayte producción: Javier Estruch y Patricia Benito
DOP: Enrique Millán
Ayte. cámara: Anastasia Arlazarova
Eléctricos: Héctor Sánchez - Miguel y Jesús Morales
Director de Arte: Agoney González
Edición: Guillermo Guerrero
Color: Enrique Millán
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