Las divas del pop juegan un poco al personaje del Doctor de Doctor Who, se regeneran de vez en cuando. Madonna comenzó hace exactamente una nueva etapa musical cuando lanzó al mercado el disco Ray of Light (Warner Music, 1998). Nueva etapa en la que se abría de una forma mucho más espiritual gracias a su contacto con el budismo o la práctica del yoga. Todo está en tu mente, que cantaba Coral Segovia en aquella desastrosa gala de selección eurovisiva española de 2008.
El disco lo conocimos por Frozen, su primer single, en el que la imagen de Madonna aparecía como si fuera un personaje místico al que le acompañaban cuervos en una canción con un sonido muy ambiental. Pero el disco no se iba a concentrar en canciones que podrían ser para hacer yoga. Ray of Light, el tema que daba nombre al disco, se iniciaba como si fuera un amanecer para tener una explosión absoluta y brillo que se extiende por toda la canción.
Una de las grandes baladas de la historia de la reina del pop, lugar que nunca se le quitará como a Michael Jackson que sea el rey del pop o que Britney Spears sea la princesa del pop, estaba incluida en este disco y fue The Power of Good-bye: "There's nothing left to try, There's no place left to hide
There's no greater power, Than the power of good-bye", que, teniendo en cuenta que el momento de creación de este álbum, puede que tenga que ver más con el tema de soltar cosas y liberarse.
La canción que abre el disco Drowned World/The Substitute of Love fue otro de los singles del disco y produce una calma absolutamente maravillosa y en un tono mucho más bailable una de mis favoritas es Nothing Really Matters, una canción que siempre la he visto con un ramalazo a Robert Miles. Dentro de los "no singles" del disco destacan Sky Fits Heaven o Skin que siguen la hilera de la rama electrónica más bailable.
El culpable de este nuevo sonido fue William Orbit con el que comenzaría una colaboración que se extendería en buena parte del Music (Warner Music, 2000), incluyendo American Pie que aparecería antes en la película The Next Best Thing-, volvería a hacerlo para la Beautiful Stranger -de la banda sonora de la segunda entrega de Austin Powers (La espía que me achuchó)- y en MDNA (Warner Music, 2012)
A este disco le acompañó la gira Drowned World, que pasaría con dos fechas por Barcelona, y que podéis ver bajo estas líneas. Quizás sería la primera gira "espectacular" de Madonna y supuso también otra regeneración además de la de la música y la estética, la de los grandes presupuestos. Atentos a números como el de Sky Fits Heaven.
Ray of Light fue lo que posteriormente para Kylie sería el Light Years una nueva etapa en la que le llegarían grandes éxitos que culminarían en la discoteca que se montó en Confessions on a dance floor (Warner Music, 2005) que, evidentemente, es quizás mi disco favorita de esta diva del pop por motivos obvios.
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