> ¿De dónde vienen las canciones tristes? < Alberto Rodway nos incita a darnos unos lingotazos

Alberto Rodway tiene una forma muy clara de ver la vida. No hace falta que nos lo diga, habitualmente lo canta en sus proyectos musicales desde Noiseland hasta Que bailen los demás aunque el centro se encuentra en Detergente Líquido donde lo deja y se entrega absolutamente. Ahora ha rescatado de un cajón una serie de textos que eran demasiado largos como para convertirse en canciones y, algún alma con buen gusto, ha tenido a bien editárselo. Así ha salido el libro ¿De dónde vienen las canciones tristes? (Editorial Dalya, 2017).

Y menudo libro, porque las canciones pueden jugar con ese doble filo en el que la música "suaviza" las letras pero en ¿De dónde vienen las canciones tristes?, no existe ninguna concesión ni tregua ante lo que uno está leyendo: Marchando un par de hostias de realidad desde una perspectiva bastante negativa y llevándolo a un terreno de ficción que tiene mucho de realismo. En estos relatos, de extensión diferente, nos encontramos con la desazón del ser humano que se puede ver reflejada desde una inocente conversación entre obreros, por medio de una canción de Malú o incluso la aparición de un extraterrestre que le propone un cambio de vida. 

Una perspectiva de la vida que puede que sea compartida, al menos en algunos aspectos, aunque si partimos de que la vida es injusta es bastante probable que todo lo que va apareciendo en estas páginas es un reflejo de la vida: personas que hacen lo que todo el mundo por no ir a la contra, o viceversa aquellos que hacen todo al contrario que los demás por el simple hecho de ir en dirección contraria. Total, un drama.

¿De dónde vienen las canciones tristes? es un libro que debería venir acompañado de una botella de ron y una Coca Cola para poder digerirlo de la mejor manera posible. La brillantez de la miseria de los seres humanos, de sus defectos y las sensaciones de no saber hacia donde vamos. Lo podéis comprar en la editorial o en la tienda de Detergente Líquido.

¡Va por vosotros! ¡Arriba con ella!

Diseño de portada: Félix García

Fotografía Alberto: Ronda Madera