Varry Brava son de esos grupos productivos que de una forma casi matemática cada dos años han ido entregando nuevo disco. Así de los creadores de Demasié (2012), Arriva (2014) y Safari Emocional (2016) nos llega su cuarto entrega. Si esto fuera una saga de películas, la cuarta entrega podría ser el reboot de una saga o un intento desesperado de intentar estirar una franquicia sin sentido. Para Varry Brava este cuarto disco es una nueva confirmación de la necesidad del trío formado por Óscar Ferrer, aarönsáez y Vicente Illescas en la música. Baile junto con letras con las que reflexionar. Bienvenidos a Furor (Hook Ediciones Musicales, 2018) y no, no tiene nada que ver con aquel concurso que presentaba Alonso Caparrós.
En la música electropop hay una tendencia bastante curiosa y es sacar dos primeros discos buenos para empezar a decaer o, por lo menos, a tornar a un estilo diferente alejándose de su sonido original para hacer algo que ya no es lo mismo. Es decir, como cuando te enamoras, sales con alguien y llega ese punto que sientes que ya no es igual... pierdes la chispa, la magia y al final o abandonas al grupo o el grupo se separa. Pues bien, Varry Brava es el ejemplo de lo contrario. Ha sido capaz de ir en ascenso en cada disco, no ha perdido la frescura (recordemos que los debuts suelen ser frescos y, como las relaciones, la frescura se pierde).
Comenzamos con un ritmo de los 80, que casi uno le da por ponerse a cantar a Tino Casal y su Embrujada en algún instante o la sintonía del Movie Record, con Un nuevo giro al que le sigue el pop tropical de El Sitio Perfecto, una de esas canciones del grupo que tienen toda su alma. Después seguimos con un viaje a la ruta del bakalao de los 90 en La Ruta del Amor. Este tema lo visualizo en una actuación espectacular en los MTV Europe Music Awards 2018 que se celebran en Bilbao, así a modo homenaje-remember-hit. Hubiera sido peligroso que hubiera sido LA canción del disco pero, por suerte, el disco tiene un equilibrio que hace que aunque sea un hit no nos de por sólo darle en bucle a este tema que debería de reventar las pistas de baile de los findes. Así sucede que llega Las Noches Fugaces que nos lleva a esas noches también de la época de los ochenta, muy de haber sido tocada en programas como Tocata del que tengo recuerdos por mi cabeza.
Nada Personal es una canción 100% Varry Brava, que no sé como definirlo, pero lo es, como un clásico dentro del disco. 400 Bailes me recuerda a esas canciones que te van nombrando cosas, porque es lo que hacen aquí, buscando recordar esos rincones de una casa y lo que sucedió en ellos. Pero en Varry Brava no existe una nostalgia triste o melancólica, ni por asomo. Satánica me llevan hasta el universo de Olé Olé... es más, sabiendo que el grupo de vez en cuando le da por sacar singles con duetos (Navidad con Sean Frutos de Second, Chicas con Carlos Sadness), espero que llamen a Vicky Larraz para hacer el de éste. Así como sugerencia, como si fuera un influencer o algo. Eso no, pero buenas ideas tengo, ¿Eh?. El juego de los sintes del 12&Medio es enganchante, un homenaje al garito de Murcia que muchos hemos visitado tras los conciertos del Lemonpop.
Vamos diciendo adiós con dos temazos más. Y es que Furor es de esos álbums que te lo puedes escuchar de principio a fin sin tener que saltar ni una sala canción, Medalla es otro de los éxitos del disco que además en algún momento creo que hace un homenaje a otra canción que ahora mismo no consigo averiguar. Y Adiós, que es un himno electropop que podría ser un perfecto outro con el que terminar sus conciertos... y yo, mientras acababa de escribir esta entrada, me he sacado la mía para el concierto de la Joy Eslava porque eso va a ser ¡UN PUTO FIESTÓN!
Furor es a la música lo que un buen vino, mejoran con los años, o cuando llevas muchos años con una pareja pero no has perdido la chispa. Arriba el poliamor con Varry Brava. Uno de los discos de 2018.
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| "Uys, lo que ha dicho" |
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