11 de febrero de 2018

> Melodifestivalen 2018 < Segunda Semifinal: Seleccionando artistas. Cargando.


Lo de anoche en el festival sueco fue bastante sorprendente porque el nivel de las canciones, y de las actuaciones, en parte han caído de una forma drástica. Teniendo en cuenta con el mimo que realizan el Melodifestivalen me parece bastante sorprendente. Afortunadamente si que salvo tres de las canciones de esta noche que se celebraba en el Scandinavium Arena de Gothenburg. Aquí va mi crónica de la segunda semifinal del Melodifestivalen 2018.


Lo peor: La mayor parte de las actuaciones. Mira que cuando lo iba viendo pensaba "Bueno, en realidad esto no está tan mal", "Esto es lo mejor de esta noche... y mira el nivel", pero una vez salí por la puerta de mi casa camino de ir a un concierto dije "Es que algunas no hay por donde pillarlas". Por lo que, por primera vez no pienso señalar cada una de las actuaciones porque casi es mejor que las dejemos en el olvido.


Lo mejor: El inicio con David Lindgren haciéndose un número a lo Staying Alive de los Bee Gees, aunque con una nueva producción hecha para esta gala, acompañado de dos bailarines con barras para hacer equilibrios. En esos minutos yo ya me cansé para toda la hora y media de gala pero David tiene como una especie de pilas Duracell que no se agotan nunca. Un buen comienzo.

De las actuaciones voy a intentar rescatar tres de ellas. La primera, Ida Redig  con la canción Allting som vi sa que parecía seguir todos los tópicos eurovisivos pero en realidad le daba un toque más indie, así con un punto a The Killers (Ese punteo de guitarra, esos sintes), aunque después le daba su subidón final. Una de las más chulas de la noche. No pasó a la final ni a la ronda de repesca.



Stiko Per Larsson apostó por un tema más pop folk llamado Titta vi flyger que tenía esa sensación de persona que te canta en un hotel perdido entre la nieve de la montaña junto a una chimenea. Además, tenía un poco pinta de leñador por lo que no le desencajaba del todo. Sorprendentemente, no pasó ni a la final ni a la ronda de repesca, como le pasó a Ida.



Afortunadamente la última actuación que entraba a concurso de la noche, LIAMOO con Last Breath. En el Melfest son muy de chavales jovencillos que parece sacados de la productora de Belami, y este es uno de esos casos. El que fuera ganador del programa Idol en 2016 tuvo un efecto similar al de Benjamin Grosso en la primera semifinal: fue la última actuación y era una clara vencedora de la noche: Él, la canción y la puesta en escena jugando con efectos de luces, cámara y un efecto de humo en la parte final muy chulo. Pasó directamente a la final.


Fuera de concurso estuvo actuando la cantante Petra Marklund tolkar [la conocíamos como September] haciendo suya la canción de Lill-Babs ”Tuff brud” acompañada por bailarines de 60 años retiradas para reivindicar que se puede seguir haciendo cosas aunque uno se vaya haciendo mayor... y sino que se lo digan a Madonna que yo lo que hacía hace diez años ya no podía hacerlo y soy más joven ¡Arriba!



Rogamos porque la tercera semifinal mejore ésta que se ha convertido en una de las peores de los últimos años. Amén.


Repasa lo mejor del Melodifestivalen de 2012 a 2018 en Confesiones tirado en la pista de baile: 

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