26 de enero de 2018

> Linda Guilala < De 'Saber perder' a 'Ausencia es presencia'


Hoy ha sido el día que se ha editado el nuevo single de Linda Guilala bajo el nombre de Primavera Negra (Elefant Records, 2018) creo que nos encontramos ante dos de las mejores canciones de toda la historia del grupo. No, no porque sea su último lanzamiento sino porque sus letras y melodías siguen fluyendo. Pasaron del pop al shoegaze casi sin darnos cuenta. De una "aparente" inocencia a abordar asuntos más complejos, metiendo casi la cuchara en cada uno de nuestros cerebros. Y sus letras, esas letras que juegan de una forma perfecta con sentimientos de todo tipo. Por eso voy a repasar, por medio de esas letras y melodías, toda la carrera del grupo desde Saber perder hasta Ausencia es Presencia.



Si nos remontamos a la época de Myspace, allá por 2006, Linda Guilala te mandaban en unos sobres personalizados del grupo (y gratis) sus demos. La primera, la demo morada, se abría con Saber Perder. Viendo en perspectiva uno se da cuenta que la banda que comenzaron Eva e Iván, que se conocieron en Juniper Moon poco antes de su separación, siempre han ido encaminados casi en la misma temática aunque desde diferentes perspectivas. "Ahora duele ver que todo está tan mal, su corazón dará por un momento y cientos como ayer, sabe perder, lo que le importa es hacerlo bien" Nos enseñan a ganar pero no a perder, nos enseñan a sufrir y no a asumir. Así parece que el grupo nos contaba que esas pérdidas hay que llevarlas de la mejor manera posible.

Torremolinos era la segunda canción de esa demo morada, ambas canciones acabarían posteriormente en el disco debut del grupo con Elefant Records -su discográfica entonces y ahora-, y yo la asumí como mía "Todo se fue desvaneciendo con el tiempo pero yo aún te recuerdo". Recuerdos de aquel año que de repente regresan para sonreír por haber vivido aquel momento tratando de evitar esa melancolía que a veces se apodera de nosotros. "He encontrado el bote con las monedas que guardaba para escapar contigo a Granada". Nada de miedo (que estaba en su demo verde) vuelve a ser sorprendente cuando la escuchas desde la actualidad y vuelves a darte cuenta, como en esas películas de terror donde de repente les vienen de golpe un montón de flashback para enlazar todo, que todo tenía un sentido "No es tan malo como pensaba, es una sensación un poco extraña. Ahora sé que puedo tocar el cielo, ahora tengo miedo a perderlo". O sea, que cuando piensas que no tienes nada, no sucede nada pero en el momento que crees que puedes perderlo, sabiendo que has ganado, es cuando el miedo entra en tu cuerpo.


La canción que daba nombre al disco, Bucles Infinitos (Elefant Records, 2009), era de las nuevas que iban en el disco, como el primer single Nadie se dará cuenta. En esta no existe ninguna duda "de bucles infinitos, bucles infinitos de luz y color... de bucles infinitos, bucles infinitos de tristeza y dolor…". Ahora le encuentro matices que en su momento no lo hice. Las dualidad de la vida de los bucles, de la felicidad y la tristeza, de la vida como una montaña rusa. He encontrado más matices en el sonido, en los instrumentos que en su momento quizás no distinguía, he prestado más atención a esas canciones. "Tal vez podamos solucionarlo pintándolo todo de algún rosa raro, que nadie se dé ni cuenta" El engaño, la posibilidad de mentir a los demás sin que ellos se den cuenta. Las diferentes caras de una persona, que ya lo cantaban Mecano en Me cuesta tanto olvidarte. Podría mirar cada canción y darme cuenta de esas pequeñas cosas que en su momento no me fijaba.


Tras el disco llegaría un EP también llamado Bucles Infinitos (Elefant Records, 2010), con el tema del mismo nombre, otras dos canciones de las demos remodeladas para la ocasión, y una inédita llamada Roma donde parece que hay un respiro... lo parece, porque vuelve a tratar el tema de la nostalgia por un tiempo pasado. Es una de mis favoritas por ese nivel rítmico, esa evolución de la letra hasta llegar "Para que no vuelva a pasar, Lo he guardado dentro, Lo he guardado dentro".


En su siguiente trabajo decidieron jugar con una temática friki como todo lo relacionado con lo Paranormal (Elefant Records, 2011), su primer vinilo que fue un 7''. Una escapada de la realidad. ¿Hay más allá? ¿Conseguiré llevarme a esa persona especial a mi universo? Así  en Cientos de Ovnis se preguntaban "Tú ven conmigo, podrás vivirlo. Tú ven conmigo, podrás sentirlo". Con la excusa de la figura del Yeti, que vivía escondido en las montañas, reflexionan sobre que a lo mejor es mucho mejor ser invisible "Y que nadie sepa si existes en realidad para que nadie pueda hacerte daño nunca más" . En Un millón de zombies más pero, ni más ni menos, que habla sobre la alienación en nuestra sociedad, como puede llevarnos en modo corriente "Yo no he elegido ser otra zombi más perdida en la ciudad con quinientos zombies más en el centro comercial". El cierre con Existen lo puede interpretar como la capacidad de la imaginación para sobrellevar la vida diaria "Existen al menos en mi cabeza. Existen al menos en mi cabeza. Al menos existen en mi cabeza, en mi cabeza"


Si el sonido ya había "oscurecido" algo en Paranormal, el cambio total se vivió en el 10'' de Xeristar (Elefant Records, 2014) donde con Lo siento mucho parecía hacernos ver que esos fantasmas de vez en cuando salen a dar vueltas por el cerebro para decirte que hay algo que no va a desaparecer "Lo siento mucho, no te dicen la verdad, no va a pasar, va a dolerte siempre, no va a pasar, va a dolerte siempre". Una canción que me lleva hasta El Detonador EMX-3 de Chucho que a su vez me lleva a Abre los Ojos (Mi película favorita de Alejandro Aménabar de la que fue banda sonora) que, como me ha pasado en parte con algunos de los matices de Linda Guilala, no había entendido de una forma lógica pero si emocional mi fascinación hacia ella. Quizás el sonido de Xeristar trataba de encajar mejor con las letras, hacerlo todo más sucio, menos claro. La voz de Eva seguía sonando pero ahora se diluía más entre la melodía. "Destrocé lo que había logrado, no me pude contener, buscando un rayo de sol que me hiciera sentir bien" dicen en Verano, irónico título para la tristeza de no tener ese verano mental que hace que hasta los meses de julio y agosto con más calor sean fríos.



De este 10'' se extrajo un single digital, Verano (Elefant Records, 2014) en él nos encontramos con dos canciones inéditas: Jaime, Iván y Marta que se encargan de explorar la complejidad de las relaciones humanas lo son no sólo en el terreno sentimental sino también en el de la amistad "Y verán hasta donde llega su amistad, Si al final suben solamente un poco más Y quizás necesitan explotar. No estar juntos nunca más. No estar juntos nunca más" y en Abisal da la sensación de una caída libre, la voz de Eva parece perderse mientras cae, cae, cae, una caída infinita "Me llevarán con ellos más allá. Me robarán el alma Y lo que queda de felicidad. Me llevarán con ellos más allá Y jugarán conmigo en una nebulosa abisal" Aunque en cierto momento parece que se queda paralizado en esa caída, casi como recapacitando en un microsegundo.


Entonces llegamos a Psiconáutica (Elefant Records, 2016) que es donde todo lo que en las anteriores canciones podríamos decir que han rebozado de una forma u otra, lo destapan completamente con temas a los que llaman a las cosas por su nombre: Monstruo, Fobia Social, Accidente, Ansiedad... y no pueden más que dejarte embelesado por esa belleza sonora que te cautiva y te atrapa, te identificas y te sientes reflejado. El reflejo de tu propio cerebro: "No, el monstruo no era yo y fue casi peor al fin descubrir que había estado siempre ahí", "Es difícil de entenderlo, duele tanto que exploto por dentro. Tengo tanto, tanto, tanto miedo... Tengo tanto, tanto, tanto miedo..." -jugueteando con la negación de Nada de Miedo del primer disco- o el reflejo de la ansiedad en el tema del mismo nombre "Ella no me deja descansar y desintegra mi voluntad. Ella me quiere de verdad, me abraza y me vuelve a engañar". Sin duda un trabajo redondo y al que le tengo mucho cariño más tras verles en el escenario de la ladera del Contempopránea ese mismo año, disfrutando de esas sensaciones.


Ahora nos llega un nuevo single, Primavera Negra (Elefant Records, 2018) que tiene dos canciones nuevas: la que da nombre al single, Primavera Negra, que es la extraña sensación que te queda cuando ha pasado todo lo que han ido contando en historias anteriores y como en ocasiones se resiste uno a ser feliz "Y así de extraña es esta primavera, esta primavera tan floreada y negra.  Pero mucho más extraño es este amor, pero mucho más extraño es este amor, si siempre nos salva. Si siempre nos salva aunque digamos no" y Ausencia es presencia que nos deja la posibilidad de cargarnos todo para vivir en el ahora: "Todo, lo quemaré todo, no dejaré nada de mí. Lo quemaré todo, todos mis recuerdos y también mi porvenir. Lo quemaré todo, no dejaré nada de mí". Las melodías pasan a ser entre nostálgicas y oníricas, casi como sueños, sueños que no quieren tornarse pesadillas y que proyectan que así no va a ser. Que esta vez va a salir todo bien.


Así actualmente, tras el paso de Alba, Bruno, Óscar como terceros miembros del grupo, se encuentra Mary con la que han alcanzado la estabilidad como trío musical junto a Eva e Iván que siguen consiguiendo que encuentre cosas perdidas o que, quizás, no había querido ver hasta ahora.


*Primavera negra se ha editado en digital pero también en un single de color negro la mar de chulo, que yo ya me lo he comprado, en una edición limitada de 300 ejemplares donde vuelven a jugar con ese contraste de colores en la edición física y con unas canciones que parecen dar un paso en el alcance de la felicidad. Y si os apetece, podéis daros una vuelta por lo que he hablado escrito de Linda Guilala en Confesiones tirado en la pista de baile desde sus inicios, hace ya nueve años.

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