Vamos, irremediablemente, camino del invierno. Aunque casi que de camino podríamos decir que ya estamos de pleno porque el frío se extiende por el país. Pero entre ese frío hay una especie de oasis luminoso. Un calorcito que llega a nuestro cuerpo cuando escuchamos Two Vines (Universal Music, 2016), el tercer disco de Empire of the Sun que se publicó hace unos días.
Two Vines ha querido transmitir la imagen de la ciudad actual tomada por la jungla. Como si fuera un ajuste de cuentas por la naturaleza que toma el Planeta. Recoger la belleza de esa imagen y la sabiduría que nos transmiten las plantas. El disco fue grabado en Hawaii entre surfear y componer las canciones. La mala vida.
Two Vines ha querido transmitir la imagen de la ciudad actual tomada por la jungla. Como si fuera un ajuste de cuentas por la naturaleza que toma el Planeta. Recoger la belleza de esa imagen y la sabiduría que nos transmiten las plantas. El disco fue grabado en Hawaii entre surfear y componer las canciones. La mala vida.
Se puede decir que es un disco continuista con el estilo de su anterior disco, Ice on the Dune (2013), y en su edición Deluxe nos deja con 14 temas nuevos (y una nueva versión de Walking on a dream) que consiguen dar con el ambiente perfecto para superar estos días de lluvia y frío. Como si la primavera o el verano no se hubieran ido.
High and Low fue su carta de presentación y juega la carta acertada de demostrar que el grupo no ha perdido su sonido. Ni lo queremos que lo haga. Pero posteriormente nos llegaría To Her Door en la que participa Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, un tema adorable e incluso con un toque al grupo del que proviene Lindsey. El tercer avance del disco fue el que daba el nombre al disco, Two Vines, con más potencia, voz e intensidad pero siguiendo el mismo estilo.
Tras varias escuchas, y teniendo en cuenta que es un disco de esos que tienen la atmósfera para escucharlos enteros de principio a fin, destacan, además de los adelantos, canciones como la pegadiza Friends, la sensualidad de There's No Need, la petshopboysera de Ride o la ochentera de ZZZ. Aunque Two Vines tiene la suerte de poder ir saltando entre favoritas y modifcándolas con el tiempo de escucha.
Hay una especie de obsesión con la necesidad del cambio de los artistas. En algunos casos ese necesidad por hacer otras cosas les puede alejar de su público y acercarse a otro. Pero algunos artistas deciden continuar con su sonido para disfrute de los seguidores y, entiendo, porque además de ese proyecto tienen otras formas de liberar sus ganas musicales. En este caso Luke Steele con la banda de rock alternativa The Sleepy Jackson y Nick Littlemore con la banda electrónica PNAU.
Two Vines es un disco necesario que igual que vas a poder bailar en la terraza de casa como tener de fondo mientras te inspiras y para disfrutar de más de un temazo para darlo todo. Qué ganas teníamos de que estuvieran de vuelta y que vuelvan a ser de lo mejor del año.
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