La Oreja de Van Gogh era ese grupo que muchos escuchábamos cuando estábamos terminando la adolescencia y pasando a la "madurez". Madurez, concepto que todavía no tengo claro a que hace exactamente referencia. Esto es otro tema, pero allí estaba Dile al Sol (Sony/BMG, 1998) para descubrirnos a unas nuevas estrellas del pop que acababan de llegar aunque habían sabido rodearse de buenas compañías. El 18 de mayo de 1998, 20 años y 11 días han pasado como si fuera el nombre de un disco de Joaquín Sabina.
La historia cuenta que Amaia Montero mintió a Sony Music cuando les llamaron tras escuchar la canción que les habían mandado. Dijo que tenían 25... y sólo había cuatro (y ni siquiera ninguna fue de las más conocidas) así que a toda velocidad compusieron y grabaron canciones para ofrecer un bien repertorio. El resultado fue Dile al Sol que presentaron con El 28, acompañado de un vídeo muy "hazlo tú mismo", una canción pop, fresca con un toque de nostalgia y ambientada en la espera de ese autobús que hace referencia a una línea que hay en San Sebastián.
El segundo tema que se lanzó como single fue Soñaré, con vídeo en el que se les ve todo feliz por alguna de las playas de su tierra. Es una de mis canciones favoritas de este disco y el que cierra el disco. Si El 28 ya dejaba claro que el grupo venía para quedarse, Soñaré lo confirmaba.
El baladón de Cuéntame al oído creo que fue el espaldarazo definitivo que se le dio a este disco. Su videoclip fue producido por los 40 Principales, y quizás es una de las canciones más míticas del grupo y uno de los himnos de este disco debut.
Pesadilla se convirtió en el cuarto single -y no el último- de Dile al Sol. Rodado en el Parque de Atracciones de Madrid y dentro del desaparecido El Viejo Caserón. Quizás es el single más flojo del disco y una canción que, pasado el tiempo, se hace casi más infantil. El vídeo daba mal rollete.
El quinto single fue el nostálgico Dile al Sol que daba nombre al disco. La canción tiene un recuerdo a esas canciones de campamento pero en una versión más adulta aunque el grupo era entonces unos chicos y veinteañeros. El vídeo se rodó en una Iglesia que se incendiaba. Seguro que ahora mismo eso se considera un sacrilegio.
Seguimos sacando singles: Qué puedo pedir fue el sexto aunque éste ya no contaba con videoclip. El grupo se hizo 150 conciertos presentando el disco y creo que debían de estar un poco exhaustos como para grabar más clips. Mikel Erentxun y Txetxo Bengoetxea de 21 Japonesas hicieron los coros. Es la única canción del disco que tiene una co-autoria con Rafael Berrio.
Para el séptimo single se eligió por el drama que incluía la canción de El Libro. Para este single si que grabaron vídeo rodado en lo que parece un bar. La idea era reflejar cuando el grupo tocaba en bares de Donosti antes de llenar estadios de gran capacidad.
El octavo y último single -sólo quedaron cuatro canciones del disco sin serlo- sería La Estrella y La Luna. Se lanzó el mismo año que el grupo, meses después, publicaría su segundo disco: El Viaje de Copperpot. Puede que sea una de las canciones más pop en la que refleja a modo de fábula la envidia entre esos dos astros.
La Oreja de Van Gogh han superado la salida de su cantante, Amaia, y la entrada de otra, Leire. La relación tensa que hubo con ella durante muchos años, pero que desde hace unos meses parece que ya vuelve a ser buena. La entrada de una nueva cantante. Y ahí siguen. El pop en España no se puede entender sin ellos, ¿Los Mecano del siglo XXI? Quizás si los fusionáramos con El Canto del Loco, podría ser.
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