Noche en el circo, con payasos, funambulistas y la mujer barbuda... podría haber sido el plan del jueves en el Teatro Circo Price, pero la realidad es que gracias a la cerveza verde que patrocina todo en este país -algún día mi calle pasará a llamarse C/ Heineken y sino al tiempo- nos presentaron en riguroso directo a dos de los grupos españoles que actualmente están en gira: Dorian y Love of Lesbian -una gira conjunta con Heineken Music Selector en varías fechas seleccionadas por nuestro país, recayendo al día siguiente en Málaga-. Ya venían con las de ganar: entradas agotadas desde hace varíos días o semanas, lo que anunciaba llenazo del lugar. Un lugar que bien es un circo, un teatro, o una sala de conciertos, aunque desde las alturas de la grada donde estábamos, aparte de vértigo, aquello podría parecer un anfiteatro romano esperando que los tigres acaben por entrar en la pista y cargarse a los que están en pista... quizás esa era mi imaginación porque las entradas de pista volaron directamente.
El concierto empezó rápido, tanto que cinco minutos antes de la hora prevista comenzaban a sonar los compases de la intro de Dorian, que abrían el camino de esta larga noche que iba a durar hasta pasada la medianoche. Siguen presentando su album "La ciudad subterránea", comenzando con "Simulacro de Emergencia", que abre el disco y todos sus conciertos, y que fue pasando por parte del último album, como Verte amanecer, con concesiones a los anteriores como "Te echamos de menos", "Más problemas", "Corta el aire", "Cualquier otra parte" (deberían de llevar en directo la remezcla que hizo Cycle para este tema) y el bis con "Las malas semillas" que siempre se presta a que Marc juegue mucho con el público, aparte en este caso con buena parte de la gente de su compañia discográfica que se subió al escenario a cantar con ellos, y a hacer esos coros tan divertidos. El sonido no acompañaba en exceso y el público o aún estaba llegando o no eran demasiado fans de Dorian, pero nuestro grupo parecíamos gogos, dándolo todo especialmente en "La tormenta de arena" donde aquello ya parecía un videoclip de gente exaltada. El titular de la noche fue "Dorian da, Madrid no recibe", una mezcla entre uno que dijo el señor bajo cero y el menda.
Con pena que acabaran, fue el momento de moverse que si voy al baño, que si nos compramos unas cervezas, para subirse de nuevo a las alturas desde donde veíamos que el lugar se había llenado -estando gente conocida por todos lados, que si unos invitados por la compañia, otros por prensa, otros que vendían entrada a última hora en la puerta que era bienvenida por aquellas que venían sin ella y aquellos que habíamos pagado religiosamente- y era hora de que llegaron los Love of Lesbian, aclamados por la totalidad del lugar, pero bien merecido, hicieron un concierto pasando por todos sus discos, con grandes momentos, la apertura fue con "Allí donde solíamos gritar" coreada por las masas, como todo el resto del repertorio que iba en buena parte del último disco -"Ectoplasma", "Segundo Asalto"- con asaltos al pasado, que eran igual de gratificantes para los seguidores del grupo que eran la amplia mayoría, quizás la apoteosis vino con "Club de fans de John Boy" -con el correspondiente cambio de camiseta del cantante Santi-. No les tengo demasiado escuchados, pero creo que tras este concierto es el momento de darle una nueva escucha a los discos, aunque algunas como "Domingo Astronómico", me sonaba por la versión de Zahara que sorprendentemente no estaba en el lugar -cuando todos sabemos que esta mujer está en todos lados-, los que si estaban sorprendentemente fueron los Vetusta Morla, si, los que han estado en todos y más lugares y que ahora estaban en silencio, pero aquí salieron a cantar junto al grupo Me amo, uno de esos temas optimistas imprescindibles para la época de crisis. Uno de esos momentos sorprendentes fue cuando Santi, el cantante, dio un bonito y precioso beso en la boca a uno de sus compañeros, cuanto amor y unión hay en este grupo.
El fin de fiesta lo hicieron con "Shiwa" y "Ritmo de la noche" entremezcladas, y con Vetusta Morla, y Dorian en el escenario bailando, descubriendo que Belly -pianista y segunda voz de Dorian- también sabe moverse por el escenario y darlo todo, estaban todos tan animados y nuestro grada también que hicimos una pequeña conga de cuatro personas, para que no se diga que no estábamos metidos en el ambientillo del concierto. Al igual que el baile final bajo una de sus canciones con coreografia perfectamente ensayada por parte de todo el grupo.
Todo sudados que salimos de allí, entregados completamente a la música, pensando en que hemos pagado bien el dinero -cosa que no se puede decir en todos los conciertos-, para a continuación decidir que nos íbamos al Enfrente -que no la acera de enfrente, aunque daría bien para un chiste- donde Caris Hilton pinchaba hit tras hit, pasando primero por pop, electro y demás, entre los temazos que sonaron Me enamoré de un robot de La Monja Enana, el Cherry Coke o el Pray de Tina Cousins, todo clasicazos retros para un bar de osos donde había cosas interesantes que mirar.
Una vez acabado nos pasamos por The Angel -para algunos segunda vez y para otros la primera pero que salimos igual de encantados- donde en esta ocasión era la fiesta The Chasers, fiesta de osos y admiradores que cumplía un año, un par de DJs monos que nos ponían hits como Diferentes de Ellos -porque lo pedimos-, el Yo también de La Casa Azul, o sobre todo cuando sonó En tu fiesta me colé de Mecano que hacía tanto que no la escuchaba en ningún lugar, además se hicieron un grupito una imitación de Kylie con The one, como si fuera el videoclip que no tenía precio de lo divertidos que estaban. Sin duda alguna me quedo con estos bares de osos que otros lugares de Chueca donde la gente te mira por encima del hombro, al menos aquí hay un rollo muy diferente a mi gusto, así que estuvimos hasta las cinco de la mañana, entregados y dándolo todo.
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Al día siguiente llegábamos a uno de los conciertos con el que la sala Moby Dick celebraba los 18 años de la sala, esta mayoría de edad tuvo el jueves por la noche, en concierto privado, a The Sunday Drivers como uno de los platos fuertes, pero la noche del viernes no iba a ser menos, ya que los chicos de Mendetz pensaban poner a los asistentes a bailar, junto a los Jenesaispop DJs -que además también hicieron su crónica del concierto- que pusieron música ambiente antes y después del concierto a una sala que estuvo casi completamente llena.
El concierto que hicieron Mendetz fue bastante parecido a lo que hemos escuchado en los últimos que hemos visto, con sus pros y sus contras: los pros es que tienen temas realmente pegadizos para bailar dar botes y dejar mover la cabeza y los contras es que a veces los temas están siendo alargados hasta la extenuidad y algunos temas no acaban de llenar a la audiencia. El público también es muy importante y en este caso había una buena parte que no movían los pies del suelo y otros saltábamos tratando de ver si había más animación, pero va a ser que era un público complejo el de esa noche, como viene siendo habitual acabaron con la versión de Gala del Freed from Desire que sirvió para que ahora si el público se lanzara a cantarla a coro. Aún esperamos que para este año publiquen la reedición de "Souvenir" con su nueva compañia discográfica.
Quizás aunque el Moby Dick sonaba muy bien el público no era el más indicado para este lugar, aunque algunos si que lo disfrutamos, queremos un lugar bien grande para poder saltar y darlo todo como si nos fuera la vida en ello, similar a Día de la Música o los We are Standard en el Hpnotiq que teniendo espacio da mucho más juego y más divertido.
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Fin de la emisión. Bip. Bip