Jacobo Serra ha editado su segundo álbum de estudio, Fuego Artificial (Warner Music, 2017), al que le queda ya lejano aquel EP The Word I never say (2012) que supuso su debut. Para esta ocasión ha decidido realizar una obra abstracta que viaja por las estaciones y que se encuentra en el diseño de arte del disco realizado por Pablo Alfaro.
Es complicado asentar a Jacobo en un sólo estilo musical, más después de haberle descubierto hace unos años con su primer largo, Don't give up (2014) donde, cantando en inglés, si que quedaba claro que se movía en un pop con mucho folk. Ahora en este nuevo LP ha decidido dar un paso más allá con unos sonidos más elaborados, complejos y llevándolo más lejos y cantando por completo en español.
Fuego Artificial da la sensación de ser un desnudo enrevesado, como si él mismo se fuera desnudando de una forma lenta, extraña y lo vaya haciendo a lo largo de todas las canciones. Ya conocíamos como adelantos El activista y La brecha a los que ahora se unen ocho canciones más para completar este disco producido por Juanma Latorre. Y cuando digo enrevesado me refiero a esa mezcla de estilos por las que va pasando donde abunda la melodía y una voz particular.
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