Han pasado cuatro años desde que La Oreja de Van Gogh nos entregara su último trabajo, Planeta Imaginario. Pero han dejado ese mundo onírico para pasar de nueva a la realidad. Ahora se encuentran en medio del temporal -muy adecuado para este año- en el que se mueve el que es el octavo disco de la banda donostierra. Un Susurro en la Tormenta (Sony Music España, 2020).
Paco Salazar ha sido el productor elegido para el nuevo disco, así observamos que entre sus 11 canciones hay un poco de todo. Por un lado, momentos que nos pueden recordar a temas del pasado del grupo, otras canciones que arriesgan y un popurri de variedad dentro del pop.
Un Susurro en la Tormenta se abre con Doblar y Comprender, un tema épico donde seguimos viendo que LODVG está completamente a tope en temas de amores y desamores, una de sus temáticas favoritas. Para muchos es la canción más brillante de este disco. Le sigue el momento country, o un acercamiento al menos, en Como un par de girasoles. Se vuelven a hacer muchas preguntas sin respuestas de nuestra vida, con ese aire nostálgica que tiene la mayor parte de su obra.
El disco vino presentado por Abrázame, un single diferente, intenso, oscuro que pilló al comienzo del confinamiento. Además de la canción, una balada intensa y dramática, el videoclip animado es de los mejores de la historia del grupo rompiendo con el estilo habitual en el que vemos a la banda tocando la canción. No mentiré si digo que el "dueto" que esperábamos era el de Amaia Montero con La Oreja de Van Gogh, algo rumoreado durante los últimos meses, pero la realidad es que dentro del propio grupo se produce ese dueto con Durante una mirada. Una preciosidad de tema que lleva a los mejores LODVG.
La canción más "popera" del disco la tenemos en Te pareces tanto a mí, fue otro de los avances del disco, y es de esos temas que se quedan a primera escucha. Es una de amores, pero en realidad es un enfrentamiento generacional entre una madre y su hija adolescente. De los más inmediatos para aquellos que no sean seguidores del grupo, pero con esa esencia del grupo. Tenemos en Galerna o Menos tú que nos siguen recordando a la Oreja de antaño aunque con matices en lo musical, ya que han tratado de meter algunos elementos diferentes que les funcionan bastante bien.
Sirenas comienza con una sensación de felicidad en sus primeros acordes pero enseguida la canción parece llevarnos a cuando contábamos historias de jóvenes, como la de "Mi amigo José", hasta que en el estribillo quiere romper con ello o al menos actualizarlo. Todo tiene sentido, es una canción donde cantan sobre el fin del terrorismo en el País Vasco. No dejamos la emoción en Acantilado donde hay símiles sobre el miedo, arriesgarse y lanzarse a los sueños, de nuevo con un toque country que no acaba de ser explorado.
Llega un tema fiestero, Me voy de fiesta, que parece que rompe un poco con toda la intensidad de la mayor parte del resto del disco. Una canción muy de aires juveniles lleno de petición de besos y muy de ese momento al salir de clase. Y el cierre con ¿Lo Ves? que bien podría haberse reconvertido en una ranchera. Esta canción, donde dicen la palabra "pupila" que le encanta a Odi, que va dedicado a un amor de esos que duran toda la vida.
Un Susurro en la Tormenta tiene mucho de drama -una base de los discos de La Oreja de Van Gogh- que nos deja con momentos de relax. Siguen teniendo su base, juegan con nuevos elementos (pero no mucho), y gusta de escuchar una vez, otra e ir viendo que esconden esas frases. Y es que La Oreja de Van Gogh han heredado el trono de Mocedades y Mecano en el panorama nacional.
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