El otro día fue el re-estreno de Moonwalker en el cine. Entre las cosas que hablamos al salir fue del remix que hizo Tony Moran a la canción HIStory de Michael Jackson. He dicho remix pero creo que podría llamarlo EL REMIX porque es mi remezcla favorita de una canción. Lo tiene absolutamente todo. Así que, vamos a contar alguna cosas sobre ella.
HIStory aparecía, en su versión original, en el disco del mismo nombre que publicaba Michael Jackson en 1995. Mitad grandes éxitos, mitad canciones originales. Para mí fue el acercamiento definitivo a su obra que condensaba sus canciones más populares y los aunaba con futuros clásicos como fue el Scream que cantaba en un mano a mano con su hermana Janet.
HIStory era una balada con un piano, bonita, que nunca fue single. Incluía diversos fragmentos de discursos de diversas personalidades... Pero la canción cobró una segunda vida cuando se lanzó Blood on the Dance Floor, un disco que en principio iba a ser un EP que se hubiera vendido en la gira de HIStory pero que acabó, por arte y magia de su compañía de discos, en un álbum completo con canciones originales y una serie de remixes de los temas inéditos del disco anterior.
Seguro que no os esperabais que Tony Moran fuera así, pues sí |
Tony Moran se encargó de hacer el de HIStory y fue la elección perfecta para convertir la canción en un Hit-que-te-cagas-bailable-subidón. Tiene dos versiones, la del disco que dura la friolera de 8 minutos y una versión 7" a modo de radio edit que fue la que se promocionó. Formó parte del single doble Cara A HIStory/Ghosts
Tony, que ya había remezclado anteriormente a Michael con Billie Jean, remezcló en ese mismo año el Together Again de Janet y el Step by Step de Whitney Houston aunque ya anteriormente lo había hecho otra vez con el propio Michael con el Billie Jean, el Everlasting Love de Gloria Estefan. Podéis leer y escuchar más de su remezclas en esta entrada.
El remix es adictivo y maravilloso. Lo que ahora se diría que es una fantasía. Pura y dura. Para acompañarle se hizo un vídeo, dirigido por Jim Gamble, en el que una chica se pone un CD -que no era el single y no existe en realidad- para meterse en una discoteca donde veremos un montón de vídeos de MJ por sus pantallas, en proyecciones, mientras ella recorre el local. No sólo se ven videoclips, también hay fragmentos de algunos de sus directos o de la película Ghosts que se estrenaba un poco antes del disco Blood on the dance floor.
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