Rafa Lázaro fue el líder de Asustadizo, un grupo pop de Albacete que tuvo una cantidad de himnos. Tras su separación hemos sabido de él porque ha ido lanzando algunas canciones, pocas, sueltas por sus redes sociales. No ha sido hasta este momento cuando ha decidido lanzarse a publicar su primer disco que es un compendio de canciones antiguas, recientes y nuevas. El resultado es Toronto Entero (Autoeditado, 2020).
Son 9 canciones las que componen el disco que se abre con Estar Dentro, creada por diversos comentarios en el Facebook de Rafa de seguidores que se fueron incluyendo de una u otra forma en ella. Fue una de las primeras canciones que se crearon durante el confinamiento... y reflejaba esos primeros momentos cuando no sabíamos cuando acabaría todo esto. Y seguimos sin saberlo.
Clases particulares es una canción de pop de esas bonitas, que tienen un algo y que tampoco creo que necesiten mucha más explicación que dejarse llevar por su letra. Le di la vuelta al jamón suena a canción sobre costumbres, del pasado, de momentos ya vividos concentrados en poco más de minuto y medio. La canción que da nombre al disco, Toronto Entero, le da un toque folk-flamenco al álbum, a muy acento del sur y todo alrededor de un chiste.
Cuando llegamos a Hacemos hambre ya uno se da cuenta que las canciones de Rafa tienen ese toque sencillo. Sencillo porque las letras son directas, a veces pueden ser chistes privados, otras porque lo que cuentan es cercano y lo mismo sucede en ésta. Eras tú, era yo es una versión de Mocedades que realizó para el recopilatorio (gracias) por La Música y que suena muy bien, realizada con la ayuda de sus alumnos del conservatorio. Entre lo experimental y los tradicional se mueve La Máquina
Gustaste tiene unos sintes muy juguetones y una alegría que desprende ese momento que te mola alguien. Un buen reflejo de esa realidad. El cierre se hace con El Círculo, que es una canción que tiene ese aire de final, a piano, de esas que podrían ponerse mientras el plano se aleja del protagonista...
Toronto Entero es un reflejo de varios años, diversos instantes, que suenan directos, como si Rafa lo estuviera cantando a los amigos con una guitarra y un piano.
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Portada Toronto Entero: Beatriz García-Largo Grande
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